La carnicería local

Hace un tiempo, escribía sobre la cantidad de arroz que se come aquí en Perú, y si bien es cierto que como mejor y mi peso se ha estabilizado, sigo tomand0 diariamente mi "dosis recomendada" de arroz. Afortunadamente, desde que llegué a Llapay, un par de veces por semana llama alguien a la puerta de la casa ofreciendo "carne"...Por lo general, se trata de pollo traido desde Cañete, sin embargo, en otras ocasiones también nos ofrecen "ternera" (vaca vieja y dura, muerta de forma natural o sacrificada por tener alguna pata rota y no poder salvar su vida), cordero ( muerto por comer pasto caliente) y en menor medida, rica carne de alpaca.

Lo curioso del pollo, es que los coches que lo venden, suben desde Cañete ( entre 3'5 y 4 horas por carreteras tortuosas) con el maletero repleto de cajas llenas de pollo "fresco". Además, un "instrumento" fundamental con el que trabajan, es una báscula en dónde, una vez plantada en el medio de la calle, se pesa el pollo. De momento, tengo identificados 3 coches diferentes que dan este servicio. Justo el otro día tuve que bajar a Cañete, y me subí en una de estas "pollerías a domicilio", que además de ir a la ciudad a comprar pollo, aprovechaba el viaje hacia Cañete para subir pasajeros como si fuera un taxi. Lo bueno de todo esto, es que la "nueva" cocinera, compra algo de pollo todas las semanas.

En el caso de los otros tipos de carne...bueno, pues la frecuencia depende de la mortandad animal presente en la zona. Ahora que se acerca la época de sequía y en dónde las praderas, antes verdes, adquieren colores cobrizos como consecuencia de la falta de agua y de la acción del hielo matutino en forma de escarcha, comienzan a morirse numerosos animales y disminuir el precio de la carne como consecuencia de un exceso de oferta. Así que, lo que para unos es una época de vacas flacas para otros (en el que me incluyo) es el comienzo de la de las vacas gordas. Eso sí, como podéis ver en las fotos...no esperéis un tierno y rico "entrecot" o unos cortes bien hechos. Las herramientas son las que son y las prisas para colocar el producto en el mercado antes de que se estropee (un poco más...) hace que uno tenga que improvisar y cuando no hay otro remedio, pues poner a secar la carne al sol con sal, para hacer "charqui", y poder así conservar la carne durante más tiempo.

Para terminar, recalcar 4 cosasitas: no se come por la vista sino por la boca, sabe mejor de lo que aparenta y huele, el fuego lo mata todo y por último....¡complementa mi rica dieta a base de arroz y papa! ¡Lo que no mata engorda!

La carretera

Una de las mayores dificultades, aquí en la sierra peruana, es la circulación por las "carreteras". Les llamo carreteras, por llamarlas de alguna manera...porque más bien se trata de trochas y pistas forestales "afirmadas",con numerosas cárvacavas y derrumbes constantes. A las dificultades propias de la orografía y de la geología de la zona (predonima la inestabilidad de las laderas como consecuencia de estar formadas básicamente por materiales areonsos y otras rocas sedimentarias de muy "reciente" creación) hay que añadirle, la mala conducción de algunos choferes y los excesos de velocidad. Si hubieran cámaras controlando la velocidad...creo que la mayoría de los conductores estarían con cero puntos. No es que no se pueda correr, pero es que en ocasiones...te cruzas con camiones llenos de minerales o con animales u otro tipo de carga, que nmi siquiera rozan el freno cuando te ven aparacer. Y claro, para que tocar el cláxon, cuando uno se cree el rey de la pista, ¿verdad?.

Si a estas prácticas temerarias, le añadimos una dosis de imprudencia y exceso de valentía....pues ocurre lo que veis en la foto...que uno corre el riesgo de quedarse en medio del río y de ser llevado por la corriente...hasta el océano Pacífico!!! Imaginaros tener que pasar en una noche cerrada, sin luna por un puentecito de esas características....Cuando esto no sucede....bueno, pues también es fácil que uno acabe subido al cerro, como haciéndole sombra al otro coche...Creo que las imágenes son muy claras y definen muy bien lo que os quiero transmitir.

Con esta entrada, no creáis que pretendo asustaros, sino más bien, daros a conocer otra faceta de la sierra peruana, de las dificultades que entraña trabajar en una zona tan inhóspita y accidentada como esta, en la que cada día es un mundo, y nunca un día es similar a otro. Cuando tengo que conducir, intento ir con la máxima precaución posible, tocando cláxon a todas horas y con la música del coche...no muy alta, para estar atento a otros coches que puedan venir. Con la moto....bueno, es otra historia, que ya contaré en algún otro momento.

Esquila de alpacas

Durante las últimas semanas, la actividad ganadera ha sido incesante. Todas las comunidades alpaqueras del Nor Yauyos han estado atareadas con la "campaña chica". Esto es, con la esquila de los tuis y los "baby alpaca". Esta fibra, de un gran valor en el mercado, es altamente disputada entre los rescatistas (mayoristas que arrasan con todo) que intentan comprarla al barrel, algo así como fibra buena, menos buena y no tan buena, al mismo precio, independientemente del porcentaje de fibra que haya de cada tipo. Nuestro objetivo, es que las comunidades reciban un mayor precio por esa misma fibra, de manera que le damos un valor agregado clasificarla y categorizarla. Separamos las distintas calidades y así la comunidad puede obtener un precio diferenciado para cada tipo. Para dicha tarea, nos apoyamos en promotores ganaderos capacitados a través de los proyectos de cooperación que ejecutamos, y así, contribuímos a la generación de empleo.

Además, desde el año pasado, se vienen entablando conversaciones con la gran industria alpaquera peruana, para venderle a ellos directamente la fibra y así, evitar intermediarios y darles un mejor precio a los ganaderos. Poco a poco, estas grandes industrias van mostrando interés en la zona y se percatan del gran potencial alpaquero que tiene Nor Yauyos. La idea es que en el futuro, las comunidades puedan vender grandes volúmenes de fibra directamente a la industria, por ellos mismos. No es nada fácil cambiar los hábitos, y más cuando de dinero se trata. En ocasiones, los ganaderos, se dejan influenciar por regalos como útiles escolares o desgraciadamente por unos tragos. Éstos, como todo ser humano, tentado por el dinero fresco, venden a unos precios inferiores, respecto al precio que le podríamos conseguir nosotros, o esquilan, no precisamente en el mejor momento del calendario ganadero y del ciclo del animal.

La esquila es todo un acontecimiento, y cuando se trata de la granja comunal, toda la comunidad participa. Cada familia tiene que esquilar unas cuantas alpacas, así que tanto mujeres como varones, lapiaco en mano, sacan con cortes bien limpios el vellón del animal. La idea es ir dotándoles poco poco, de la infraestructura y de la tecnología necesaria para que mejores los procesos de esquila, y así esta adquiera un valor más alto. Algunas comunidades pioneras, ya disponen de la respectiva playa de esquila y promotores capacitados para realizar una esquila a máquina.

Las fotos que os muestro, son de la comunidad de Atcas, durante la esquila del año pasado. En esa ocasión si nos pudimos llevar la fibra directamente a Arequipa. Sin embargo este año, los rescatistas han estado pujando muy fuerte, ofreciendo cifras imposibles. Ciertamente, creo que este rescatista lo tendrá muy difícil para poder ganar algo con esta compra que ha hecho, pero lo importante, es que gracias a nuestra presencia, la comunidad pudo cobrar 2 nuevos soles (0.5 euros) más por libra de fibra. Como ya he comentado, la idea es que los ganaderos puedan vender a la gran industria y que obtengan mejores precios por sus productos, no que nosotros nos convirtamos en otros intermediarios más, de manera que creo que, aunque en este caso la venta se haya realizado a un intermediario, este ha sido un gran logro para la comunidad de Atcas. Espero que esto, les haga reflexionar y se den cuenta de que con trabajo y paciencia los resultados vendrán por si solos.