lunes, 30 de mayo de 2011

La carnicería local

Hace un tiempo, escribía sobre la cantidad de arroz que se come aquí en Perú, y si bien es cierto que como mejor y mi peso se ha estabilizado, sigo tomand0 diariamente mi "dosis recomendada" de arroz. Afortunadamente, desde que llegué a Llapay, un par de veces por semana llama alguien a la puerta de la casa ofreciendo "carne"...Por lo general, se trata de pollo traido desde Cañete, sin embargo, en otras ocasiones también nos ofrecen "ternera" (vaca vieja y dura, muerta de forma natural o sacrificada por tener alguna pata rota y no poder salvar su vida), cordero ( muerto por comer pasto caliente) y en menor medida, rica carne de alpaca.


Lo curioso del pollo, es que los coches que lo venden, suben desde Cañete ( entre 3'5 y 4 horas por carreteras tortuosas) con el maletero repleto de cajas llenas de pollo "fresco". Además, un "instrumento" fundamental con el que trabajan, es una báscula en dónde, una vez plantada en el medio de la calle, se pesa el pollo. De momento, tengo identificados 3 coches diferentes que dan este servicio. Justo el otro día tuve que bajar a Cañete, y me subí en una de estas "pollerías a domicilio", que además de ir a la ciudad a comprar pollo, aprovechaba el viaje hacia Cañete para subir pasajeros como si fuera un taxi. Lo bueno de todo esto, es que la "nueva" cocinera, compra algo de pollo todas las semanas.





En el caso de los otros tipos de carne...bueno, pues la frecuencia depende de la mortandad animal presente en la zona. Ahora que se acerca la época de sequía y en dónde las praderas, antes verdes, adquieren colores cobrizos como consecuencia de la falta de agua y de la acción del hielo matutino en forma de escarcha, comienzan a morirse numerosos animales y disminuir el precio de la carne como consecuencia de un exceso de oferta. Así que, lo que para unos es una época de vacas flacas para otros (en el que me incluyo) es el comienzo de la de las vacas gordas. Eso sí, como podéis ver en las fotos...no esperéis un tierno y rico "entrecot" o unos cortes bien hechos. Las herramientas son las que son y las prisas para colocar el producto en el mercado antes de que se estropee (un poco más...) hace que uno tenga que improvisar y cuando no hay otro remedio, pues poner a secar la carne al sol con sal, para hacer "charqui", y poder así conservar la carne durante más tiempo.


Para terminar, recalcar 4 cosasitas: no se come por la vista sino por la boca, sabe mejor de lo que aparenta y huele, el fuego lo mata todo y por último....¡complementa mi rica dieta a base de arroz y papa! ¡Lo que no mata engorda!


2 comentarios:

  1. Esperemos que así siga siendo y no acabe enfermo por culpa de los "pepinos españoles" que tanto están dando de hablar.
    Tengo compañeros que no comen apenas verduras ni hortalizas porque dicen que en la zona en dónde las cultivan (zona del río Rimac), riegan los campos con aguas residuales.
    Además, cuándo estuve en Siria, no me dejaron comer ensalada...por la misma razón.
    Esperemos que mi sistema inmunológico se haya fortalecido y...ojos que no ven...
    Un abrazo y saludos desde Llapay

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